Margarita O. tiene 24 años y toda una vida por delante. Eso le dice su mamá; ella no lo cree tan cierto.
Es baja, paliducha y de figura voluptuosa. Para algunos demasiado grande; perfecta para otros. Se tiñe el pelo rojo y sus ojos son del color de la miel. Eso sí, son pocos los que le roban una mirada.
Margarita O. baja un disco al día; lee un libro a la semana y se duerme viendo televisión. En las mañanas juega con su bajo, y en las tardes se dedica a escribir. La mayor parte del tiempo está soñando. Es una chiquilla demasiado soñadora.
A veces, Margarita O. siente que no cabe en sí tanta felicidad y entonces inventa/crea/sueña/delira mundos fantásticos e irreales donde se vuelve todopoderosa.
Lo malo, es que cuando no está perdida en estas tierras de ensueño, Margarita O. se siente un poco sola y añora esos días en los que no necesitaba soñar para sentirse feliz. Pero eso es otra historia.
Hoy,es distinto el comienzo de este cuento de Margarita O.
Lo malo, es que cuando no está perdida en estas tierras de ensueño, Margarita O. se siente un poco sola y añora esos días en los que no necesitaba soñar para sentirse feliz. Pero eso es otra historia.
Hoy,es distinto el comienzo de este cuento de Margarita O.