11.20.2007

¿Me quieres?

Diego y Margarita O. están sentados a los pies un árbol. A su alrededor, escolares cimarreros, enamorados nostálgicos y ancianos solitarios pasean por los prados de la Quinta Vergara. Es una tarde calurosa y con olor a humo. Dos incendios forestales en lo alto son los culpables.
Bajo un frondoso castaño, Diego y Margarita O. se besan. Él la acaricia suavamente por la cintura y ella se deja querer. Así han estado gran parte de esta tarde.
- Me gusta estar contigo- dice en su oído y ella sonríe - ¿A ti te gusta estar conmigo? -
- Sí- responde y lo besa en la mejilla - Lo pasamos bien, ¿ o no? -
- Claro que sí, mi Margarita-
Ambos sonríen. Tienen esa expresión que sólo se tiene cuando las mariposas amarillas aletean fuerte en tu estómago. Es la cara del enamoramiento y esos primeros días donde todo aún es color de rosa.
- Margarita, ¿tú me quieres? - pregunta Diego y algo de angustia se deja ver desde sus ojos. Él se lo ha dicho tantas veces sin recibir respuesta alguna.
- ¿Y a qué se debe la pregunta?- contesta intentado disimular su incomodidad. De pronto ya no sonríe. Querer no es algo que esté en sus planes.
- Yo te quiero y mucho, entonces quiero saber si tú sientes lo mismo - dice nervioso. Siente una vibra negativa en el ambiente. Las risas se acabaron y de pronto ella se aleja. Sigue sentada junto a él, pero se ve distante y ajena - Lo siento, no quise enojarte... -
- No me enojé. No pasa nada - dice intentando sonreir. Lo besa para que él sonreía, pero no sucede nada - Ya, no seas exagerado. Si no me enojé. Todo está bien -
Diego se traga toda la angustia que siente y sonríe de mentira. Ella lo besa nuevamente y luego siguen bajo el castaño como si nada hubiera pasado.